Rábanos, zanahorias, espárragos y coles rojas y blancas han sido los plantones colocados con todo el arte que se dan estos chavales. Algunos no tenían muy claro qué es eso de la zoleta ni cómo funciona. Superada la sorpresa de que no tuvieran botones para activarse, han hecho razonable bien su trabajo. Salvo el jovencito que tiene la puntería regular y, en vez de cavar su hoyito, le arreó el golpe a un rabanito al que previamente había pisoteado (de manera accidental). Si saliera adelante, informaríamos por este mismo medio.